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Evolución y tamaño de la deuda estatal de México

Cuando se observa que en 2005 la deuda de las entidades federativas y sus municipios alcanzaba 143.2 miles de millones de pesos, y que a junio de 2013 alcanzó 443 miles de millones –es decir, se multiplicó por 3–, la reacción natural es de preocupación. Esta se acentúa cuando se ve que hay estados como Coahuila que pasó de tener una deuda insignificante en 2007 (321 millones) a un endeudamiento de 35.7 miles de millones de pesos en 2012, o Nayarit, cuya deuda se multiplicó por 31 en ese tiempo y alcanzó 7.1 por ciento de su PIB.

A nivel agregado, la tasa de crecimiento anual de la deuda subnacional fue muy baja desde mediados de los años 90 y se volvió a acelerar en los primeros años de este siglo. A partir de 2006, el endeudamiento se aceleró y en 2009 su tasa de crecimiento llegó a su nivel máximo.

El repunte a partir de 2009, se debió al esfuerzo de las entidades federativas para realizar el equivalente a las políticas anti-cíclicas que practicó el gobierno federal, como se hizo en muchas otras economías en ese año. Recientemente el crecimiento de la deuda subnacional se ha moderado bastante.

 Como se mencionó antes, el ritmo acelerado de acumulación de deuda en algunos estados, causa inquietud. Ello se justifica, entre otras cosas, porque se abre la posibilidad de que la deuda de una o más entidades sea insostenible financieramente o se convierta en un riesgo sistémico.

Se pone en evidencia la falta de transparencia de las operaciones financieras a nivel estatal cuando sale a la luz que un estado venía endeudándose fuerte- mente y no se sabía. La escasa rendición de cuentas se hace evidente cuando se pone en duda la “rentabilidad” de las inversiones que justificaron las deudas y se sospecha gravemente de arbitrariedad y corrupción por parte de las autoridades.

Fuente: La Deuda Subnacional: Un análisis del caso Mexicano. Carlos Hurtado y Guillermo Zamarripa