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Literatura económica sobre el crédito

 

En la década de los cincuenta, Gurley y Shaw (1955) establecieron que las empresas podían elevar su nivel de eficiencia si acudían a los mercados de deuda para financiar sus proyectos productivos y así, contribuir al crecimiento económico.

Para Rajan y Zingales (1998) el desarrollo financiero, medido por el nivel de crédito y el tamaño del mercado de valores, puede predecir el crecimiento económico porque los mer- cados financieros capitalizan el valor actual de las oportunidades de crecimiento, mientras que las instituciones financieras prestan más si piensan que la economía tendrá crecimiento económico.

Además, muestran que el desarrollo financiero desempeña una función social, especial- mente en el surgimiento y desarrollo de nuevas empresas, lo que genera innovación y por lo tanto, aumenta el crecimiento.

Petersen y Rajan (1995) analizan el efecto de la competencia en el mercado de crédito. Ellos encuentran que las empresas pequeñas jóvenes, en los mercados de crédito más concen- trados, tienen acceso a financiamiento por parte de las instituciones que buscan crear una relación de largo plazo que les de beneficios a ambos.

Lo anterior indica que el crédito empresarial bien invertido es el que genera el crecimiento. Las empresas con créditos pueden realizar proyectos e inversiones que les permitan mejorar su producción y sus ingresos.

Por otra parte, Friedman (1957) planteó que las formas en que los agentes económicos (personas y familias) eligen su consumo óptimo dependen de su ingreso a largo plazo (del ingreso permanente). La implicación económica más importante de dicha teoría es que el crédito constituye una forma de suavizar el consumo en el tiempo ante un patrón de ingresos variables.

Técnicamente afirma, que el consumo depende de dos factores, los ingresos esperados en el futuro y los ingresos actuales. Los ingresos esperados del futuro determinan nuestro con- sumo y lo ajustan para que sea mas homogéneo.

Esta hipótesis explica parcialmente por qué las personas se endeudan y permite explicar cómo la gente pide prestado para su educación o una casa, en ciertas etapas tempranas de su vida productiva. Sin embargo, este marco teórico también permite concluir que ese crédito no apoya de manera relevante el crecimiento de la economía.

Beck et al (2009) encuentran que el crédito a la empresa aumenta el crecimiento económico en el largo plazo, mientras que el crédito a los hogares no tiene ningún efecto. El crédito a la empresa reduce la desigualdad del ingreso, mientras que el crédito a los hogares no tiene ningún efecto. El crédito a los hogares se asocia negativamente con el exceso de sensibi- lidad del consumo, mientras que no existe una relación entre el crédito a la empresa y el exceso de sensibilidad del consumo.

Esta breve revisión de algunos estudios que se han hecho sobre la importancia y el impacto que tiene el crédito nos sirven como base para nuestro análisis y son el sustento para tratar de comprender su importancia, además de los riesgos que ha representado el manejo irres- ponsable del crédito en las economías. Por lo tanto, es importante tener un buen sistema de intermediación financiera en México, que siga creciendo para que pueda otorgar más créditos y que estos se otorguen especialmente al sector productivo, para que tengan un impacto en el crecimiento económico. El crédito, cuando se utiliza adecuadamente y con una expansión prudente, puede ser un importante motor para la economía.

Fuente: La situación del crédito en México: Perspectiva y recomendaciones escrito por Jorge Sánchez Tello y Guillermo Zamarripa.